Preparando la superfice ...




Recuerde que de un buen preparado de la superficie dependerá la duración y la calidad del trabajo terminado.
Un buen trabajo de pintura comienza siempre por la correcta preparación de la superficie. Para esto debe seguir cuidadosamente estos consejos: la superficie debe estar firme, limpia, seca, sin polvillo, hongos ni grasitud. Si se encuentra en buen estado se podrá pintar directamente, previa limpieza y lijado.

Las partes flojas o mal adheridas deben ser eliminadas, con espátula, para luego aplicar el sellador adecuado.
Puede retirar con un trapo limpio el polvo adherido a las paredes, producto de haber lijado y aplicar una mano de fijador para que el polvillo se adhiera a la pared y la pintura no se desprenda.
En el caso de imperfecciones, deben ser corregidas, con revoque, yeso o enduído plástico, según corresponda. Este procedimiento debe hacerse correctamente si no, al cabo de terminar de pintar la habitación, la pintura podrá levantarse nuevamente. Para manchas de aceite o grasa limpiar la superficie con agua y detergente, y en aquellos lugares con hongos lavar con una solución de agua y lavandina. Inmediatamente enjuagar con abundante agua y dejar secar.

Si la superficie es nueva ,tiene una superficie demasiado porosa o bien el color a aplicar es bastante más claro que el que la pared posee es recomendable dar una mano de imprimación.